Qué hacer si una inmobiliaria incumple el contrato

Qué hacer si una inmobiliaria incumple el contrato

Publicado el 13 de mayo de 2025


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Introducción

En Barcelona, como en muchas otras ciudades, los contratos de alquiler son una parte esencial de las relaciones entre inquilinos y arrendadores. Sin embargo, en ocasiones, las inmobiliarias o los arrendadores incumplen los términos acordados, lo que puede generar disputas legales y económicas. Cuando una inmobiliaria no cumple con lo pactado, es fundamental que los inquilinos conozcan sus derechos y las acciones que pueden tomar para resolver la situación.

Un incumplimiento de contrato por parte de la inmobiliaria puede abarcar diversas situaciones, como la no entrega de la vivienda en el plazo acordado, la falta de mantenimiento de la propiedad, o incluso el incumplimiento de cláusulas relacionadas con el precio del alquiler. Estas situaciones no solo son perjudiciales para los inquilinos, sino que también pueden generar complicaciones legales para las inmobiliarias que no respeten los acuerdos contractuales.

Es importante destacar que los contratos de alquiler en España están regulados por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), la cual establece los derechos y obligaciones de ambas partes. En este contexto, los inquilinos tienen derecho a exigir el cumplimiento del contrato y, en caso de incumplimiento, pueden recurrir a diversos mecanismos legales, como la mediación, la reclamación extrajudicial o, en última instancia, la demanda judicial.

Es esencial que los inquilinos guarden toda la documentación relacionada con el contrato y los posibles incumplimientos, como correos electrónicos, mensajes y fotografías que puedan servir como pruebas en caso de que se decida tomar acciones legales.

En esta sección, exploraremos los diferentes aspectos del incumplimiento de contrato por parte de una inmobiliaria, los derechos de los inquilinos, las posibles acciones legales a seguir y cómo proceder en caso de que se vea afectado por esta situación. Entender estos puntos es clave para actuar de manera informada y proteger sus intereses como arrendatarios.

¿Qué es el incumplimiento de contrato?

El incumplimiento de contrato se produce cuando una de las partes involucradas en un acuerdo no cumple con las condiciones previamente establecidas. En el contexto de un contrato de arrendamiento, el incumplimiento puede tener varias formas, desde la falta de entrega del inmueble en las condiciones pactadas hasta el no cumplimiento de las cláusulas relacionadas con el pago del alquiler, mantenimiento o duración del contrato.

Este tipo de situaciones pueden generar conflictos legales entre inquilinos e inmobiliarias, ya que afectan directamente los derechos y obligaciones que ambas partes han acordado previamente. En términos generales, un contrato de arrendamiento es un acuerdo legalmente vinculante que debe ser respetado por ambas partes. Si una de las partes no cumple con sus compromisos, se considera un incumplimiento de contrato, lo que puede dar lugar a una serie de consecuencias legales.

Los incumplimientos más comunes en contratos de arrendamiento incluyen:

  • El arrendador no entrega el inmueble en las condiciones pactadas.
  • El arrendador no realiza las reparaciones necesarias en el inmueble.
  • El inquilino no paga el alquiler en los plazos establecidos.
  • El inquilino altera el uso del inmueble sin el consentimiento del arrendador.

Es importante entender que, en caso de incumplimiento, la parte afectada tiene derecho a reclamar el cumplimiento del contrato o incluso rescindirlo, dependiendo de la naturaleza del incumplimiento y de lo que se haya pactado en el acuerdo original.

En muchos casos, el incumplimiento de contrato puede resolverse mediante una negociación directa entre las partes. Sin embargo, si las partes no logran llegar a un acuerdo, es posible que se recurra a mecanismos legales, como la mediación o una demanda judicial. El incumplimiento de contrato es una de las principales razones por las que los conflictos entre arrendadores e inquilinos acaban en los tribunales, por lo que es fundamental entender cómo actuar ante esta situación.

Derechos de los inquilinos ante un incumplimiento

Cuando una inmobiliaria o arrendador incumple el contrato de alquiler, los inquilinos tienen varios derechos que pueden ejercer para protegerse y garantizar que se respeten sus intereses. Estos derechos están respaldados por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y otras normativas legales que regulan los contratos de arrendamiento en España.

El primer derecho fundamental de los inquilinos en caso de incumplimiento es el derecho a exigir el cumplimiento del contrato. Si el arrendador no cumple con las condiciones acordadas, como la entrega del inmueble en las condiciones pactadas o la realización de reparaciones necesarias, el inquilino tiene derecho a pedir que se cumpla lo acordado. Si esto no ocurre, el inquilino puede optar por resolver el contrato y exigir una compensación económica por los perjuicios ocasionados.

Es importante que los inquilinos mantengan una comunicación clara y documentada con la inmobiliaria o el arrendador para resolver el incumplimiento antes de tomar acciones legales.

Algunos de los derechos clave de los inquilinos en caso de incumplimiento son:

  • Exigir la reparación de desperfectos que afecten la habitabilidad del inmueble.
  • Exigir la reducción del alquiler si el inmueble no se encuentra en condiciones óptimas.
  • Solicitar la devolución de las cantidades abonadas si el arrendador incumple el contrato.
  • Rescindir el contrato de arrendamiento sin penalización si el incumplimiento es grave.

Además de estos derechos, los inquilinos también tienen la opción de recurrir a mecanismos legales para resolver el conflicto. Por ejemplo, se puede presentar una reclamación extrajudicial o recurrir a la mediación para llegar a un acuerdo sin necesidad de iniciar un proceso judicial. En caso de que no se logre una solución amistosa, los inquilinos tienen el derecho de presentar una demanda judicial ante los tribunales competentes.

En resumen, los inquilinos tienen una serie de derechos que les permiten protegerse frente a los incumplimientos por parte de la inmobiliaria o el arrendador. Estos derechos deben ser ejercidos de acuerdo con la normativa vigente y, en muchos casos, puede ser beneficioso contar con asesoría legal para garantizar una resolución favorable del conflicto.

Reclamaciones legales posibles

Cuando una inmobiliaria incumple el contrato de arrendamiento, existen varias vías legales que los inquilinos pueden explorar para obtener una compensación o resolver el conflicto. Las reclamaciones legales dependen de la naturaleza del incumplimiento y de los términos específicos establecidos en el contrato. A continuación, se detallan las principales reclamaciones legales que un inquilino puede considerar en caso de incumplimiento por parte de la inmobiliaria.

Es recomendable que los inquilinos recopilen toda la documentación posible, como correos electrónicos, contratos, fotografías y mensajes, ya que esta información puede ser crucial para respaldar las reclamaciones legales.

Algunas de las reclamaciones legales más comunes en caso de incumplimiento de contrato son:

  • Reclamación por daños y perjuicios: Si el incumplimiento de la inmobiliaria ha causado daños materiales o ha generado perjuicios económicos al inquilino, se puede presentar una reclamación por daños y perjuicios. Esto incluye la reparación de los daños ocasionados en el inmueble o la pérdida de ingresos si el inquilino ha tenido que mudarse o ha tenido que vivir en condiciones inadecuadas.
  • Reclamación por incumplimiento del contrato: Si el arrendador no cumple con sus obligaciones básicas, como el mantenimiento del inmueble o la entrega del mismo en las condiciones pactadas, el inquilino tiene derecho a exigir el cumplimiento del contrato. Si esto no ocurre, puede rescindir el contrato y exigir una compensación económica.
  • Reclamación por rescisión del contrato: Si el incumplimiento es grave, el inquilino puede solicitar la rescisión del contrato de arrendamiento. Esto puede implicar la devolución de los pagos realizados y una compensación por los inconvenientes causados.
  • Acción judicial para la restitución del alquiler: En algunos casos, los inquilinos pueden recurrir a los tribunales para solicitar la devolución de los pagos realizados, especialmente si el inmueble no ha sido entregado o no cumple con los estándares acordados en el contrato.

Antes de presentar una reclamación legal, es recomendable intentar resolver el conflicto mediante un acuerdo directo con la inmobiliaria. Sin embargo, si la situación no mejora, recurrir a un abogado especializado en arrendamientos puede ayudar a determinar la mejor opción legal y aumentar las posibilidades de éxito en el proceso.

En definitiva, los inquilinos tienen varias opciones legales para hacer frente a un incumplimiento de contrato por parte de la inmobiliaria. Ya sea a través de reclamaciones extrajudiciales, mediación o acciones judiciales, es importante conocer los derechos y opciones disponibles para proteger los intereses del arrendatario.

Presentar una demanda judicial

Cuando el incumplimiento de contrato por parte de una inmobiliaria no puede resolverse de manera amistosa o mediante otros mecanismos legales, el siguiente paso para los inquilinos es presentar una demanda judicial. Esta es una acción formal ante los tribunales que busca obtener una resolución legal sobre el conflicto, ya sea para exigir el cumplimiento del contrato, solicitar una compensación económica, o incluso rescindir el contrato de arrendamiento.

El proceso de presentar una demanda judicial puede ser largo y complicado, por lo que es importante entender los pasos involucrados y las implicaciones legales de esta acción. Para iniciar el proceso, los inquilinos deben reunir toda la documentación relevante, como el contrato de arrendamiento, los mensajes de comunicación con la inmobiliaria, y cualquier otra prueba que respalde la reclamación.

La asistencia de un abogado especializado en arrendamientos es fundamental para garantizar que el proceso se lleve a cabo correctamente y para aumentar las posibilidades de éxito en la demanda.

Los pasos básicos para presentar una demanda judicial son los siguientes:

  • Consultar a un abogado: Antes de presentar la demanda, es recomendable hablar con un abogado especializado en arrendamientos. El abogado evaluará el caso y determinará la mejor estrategia legal.
  • Reunir pruebas: Es fundamental recopilar toda la documentación y pruebas que respalden la reclamación. Esto incluye el contrato de arrendamiento, fotos del estado del inmueble, correos electrónicos, mensajes, entre otros.
  • Redacción de la demanda: El abogado redactará la demanda judicial, especificando el incumplimiento de contrato, las pruebas y el remedio solicitado (cumplimiento del contrato, compensación, rescisión, etc.).
  • Presentación ante el tribunal: La demanda se presenta ante el tribunal correspondiente. En este punto, el juez revisará el caso y determinará si es necesario realizar audiencias o si puede resolverse de manera rápida.
  • Posibles audiencias y sentencia: Dependiendo de la complejidad del caso, puede haber audiencias en las que ambas partes presenten su versión de los hechos. Después, el juez dictará una sentencia.

Si la sentencia es favorable al inquilino, se puede ordenar a la inmobiliaria el cumplimiento de sus obligaciones contractuales, el pago de una compensación o incluso la rescisión del contrato de arrendamiento, dependiendo de las circunstancias.

Es importante tener en cuenta que presentar una demanda judicial implica ciertos costes y que el proceso puede llevar varios meses o incluso años, dependiendo de la carga de trabajo de los tribunales. Sin embargo, para muchos inquilinos, esta es la única forma de hacer valer sus derechos y obtener una solución justa en caso de incumplimiento de contrato por parte de la inmobiliaria.

Plazos para reclamar

Cuando una inmobiliaria incumple un contrato de arrendamiento, es fundamental que los inquilinos actúen rápidamente para hacer valer sus derechos. Uno de los aspectos más importantes en estos casos es conocer los plazos legales para presentar una reclamación, ya sea extrajudicial o judicial. Los plazos varían según la naturaleza del incumplimiento y el tipo de acción que se quiera emprender, y cumplir con ellos es crucial para no perder la oportunidad de obtener una solución favorable.

En general, los plazos para reclamar un incumplimiento de contrato por parte de una inmobiliaria se dividen en dos categorías: reclamaciones extrajudiciales y demandas judiciales. Ambos tipos de reclamación tienen plazos específicos que deben ser respetados para asegurar que la solicitud sea considerada válida ante las autoridades competentes.

Es recomendable que los inquilinos actúen con prontitud al identificar el incumplimiento para evitar que los plazos legales se agoten, lo que podría dificultar la resolución del caso.

Los plazos más comunes para reclamar son los siguientes:

  • Reclamación extrajudicial: En casos de incumplimiento menos graves, los inquilinos pueden optar por realizar una reclamación extrajudicial. Este tipo de reclamación no requiere acudir a los tribunales, pero es fundamental hacerlo dentro de un plazo de 6 meses desde que se produjo el incumplimiento. Si no se presenta dentro de este plazo, la reclamación puede ser considerada inválida.
  • Acción judicial por incumplimiento: Si la reclamación extrajudicial no resuelve el problema o si el incumplimiento es grave, los inquilinos pueden recurrir a los tribunales. En este caso, el plazo para presentar una demanda judicial por incumplimiento de contrato es de 5 años, contados desde la fecha en que ocurrió el incumplimiento o desde que se detectó el daño.
  • Plazo para rescindir el contrato: Si el incumplimiento del contrato es lo suficientemente grave como para justificar la rescisión del acuerdo, el inquilino tiene derecho a rescindir el contrato de manera unilateral. El plazo para hacerlo es de 2 meses desde el momento en que se produce el incumplimiento.

Es importante tener en cuenta que, si bien los plazos para presentar una reclamación son establecidos por la ley, cada caso puede ser único. En algunos casos, las circunstancias pueden permitir ampliar o modificar los plazos establecidos. Por ello, siempre es recomendable consultar con un abogado especializado para obtener orientación personalizada.

En resumen, los plazos para reclamar un incumplimiento de contrato son clave para proteger los derechos de los inquilinos. Actuar con rapidez y conocer los tiempos establecidos por la ley es esencial para asegurar que la reclamación sea válida y tenga la mejor oportunidad de éxito.

Consecuencias para la inmobiliaria

El incumplimiento de un contrato de arrendamiento por parte de una inmobiliaria puede acarrear consecuencias legales y financieras tanto para la empresa como para los individuos responsables de la gestión del contrato. Las inmobiliarias tienen la obligación de cumplir con los términos establecidos en el contrato, y cuando no lo hacen, pueden enfrentarse a una serie de repercusiones negativas. Estas consecuencias no solo afectan la relación con el inquilino, sino que también pueden dañar la reputación y estabilidad de la inmobiliaria.

Las consecuencias para la inmobiliaria pueden incluir sanciones económicas, la obligación de cumplir con el contrato o indemnizar al inquilino, y la posible pérdida de clientes o socios comerciales. Además, en algunos casos, el incumplimiento de contrato puede llevar a la inmobiliaria a enfrentarse a demandas judiciales que impliquen costes adicionales y daño a su imagen.

Las inmobiliarias deben tener en cuenta que la falta de cumplimiento no solo les expone a riesgos legales, sino que también puede afectar su relación comercial con otros clientes e incluso su viabilidad financiera si se trata de incumplimientos recurrentes.

Algunas de las principales consecuencias para una inmobiliaria en caso de incumplimiento de contrato son:

  • Reclamación de daños y perjuicios: Si un inquilino sufre daños debido al incumplimiento, puede reclamar compensación económica por los perjuicios ocasionados. Esto puede incluir desde la devolución de pagos realizados hasta indemnizaciones por la pérdida de uso del inmueble o el incumplimiento de condiciones acordadas.
  • Rescisión del contrato: En algunos casos, si el incumplimiento es grave, el inquilino tiene derecho a rescindir el contrato sin penalización. Esto puede implicar la pérdida del contrato de arrendamiento y la obligación de la inmobiliaria de devolver las cantidades percibidas.
  • Daño a la reputación: El incumplimiento de contrato puede afectar la imagen pública de la inmobiliaria, lo que puede llevar a la pérdida de clientes potenciales o la dificultad para establecer acuerdos con nuevos arrendadores o socios comerciales.
  • Acción judicial: Si el conflicto no se resuelve de manera extrajudicial, el inquilino puede presentar una demanda judicial. En estos casos, la inmobiliaria puede enfrentarse a un largo proceso judicial que involucra costes legales, indemnizaciones y la posible obligación de cumplir con el contrato.
  • Sanciones administrativas: Dependiendo de la legislación local, la inmobiliaria podría estar sujeta a sanciones administrativas impuestas por las autoridades competentes si se determina que ha violado alguna norma relacionada con los contratos de arrendamiento.

En resumen, las consecuencias de un incumplimiento de contrato pueden ser severas para las inmobiliarias, no solo en términos legales, sino también en su relación con los clientes y su reputación en el mercado. Es crucial que las inmobiliarias se aseguren de cumplir con los términos establecidos en los contratos para evitar estos riesgos.

Mediación antes de llegar a juicio

La mediación es una alternativa efectiva para resolver conflictos entre inquilinos e inmobiliarias sin la necesidad de recurrir a un proceso judicial. Esta opción se basa en la intervención de un tercero imparcial que facilita el diálogo entre las partes en disputa, ayudando a encontrar una solución amigable que beneficie a ambas partes. En muchos casos, la mediación puede ahorrar tiempo y dinero, además de evitar la tensión que conlleva un litigio.

Antes de presentar una demanda judicial, la ley fomenta el uso de la mediación como un paso previo para resolver el conflicto. Los inquilinos que experimentan un incumplimiento por parte de la inmobiliaria pueden proponer una mediación para intentar llegar a un acuerdo sin necesidad de llegar a los tribunales. Si ambas partes aceptan participar, se inicia el proceso de mediación, que se centra en la negociación y en la búsqueda de un acuerdo satisfactorio para todos.

La mediación es menos formal que un juicio, lo que facilita que las partes involucradas se expresen libremente y encuentren soluciones de manera más rápida y eficaz. Además, es un proceso voluntario y confidencial.

Los beneficios de la mediación antes de llegar a juicio incluyen:

  • Menores costes: La mediación es generalmente menos costosa que un juicio, ya que no requiere el pago de honorarios judiciales ni abogados costosos, lo que la convierte en una opción atractiva.
  • Proceso más rápido: A diferencia de un juicio, que puede durar meses o incluso años, la mediación suele resolverse en un corto período de tiempo, lo que permite a las partes involucradas encontrar una solución de manera eficiente.
  • Confidencialidad: La mediación es un proceso privado, lo que significa que los detalles del conflicto no se hacen públicos, lo que protege la reputación de las partes involucradas.
  • Control sobre el resultado: A diferencia de un juicio, donde es el juez quien decide el resultado, en la mediación las partes tienen el control sobre el acuerdo final, lo que permite una mayor satisfacción con la solución alcanzada.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mediación solo será efectiva si ambas partes están dispuestas a comprometerse y llegar a un acuerdo. Si la mediación no produce un resultado satisfactorio, las partes aún tienen la opción de recurrir a un juicio, pero la mediación puede servir como un primer paso para resolver el conflicto de manera menos conflictiva.

En resumen, la mediación antes de llegar a juicio es una herramienta valiosa que puede ayudar a los inquilinos y a las inmobiliarias a resolver sus disputas de manera más rápida, económica y menos adversarial. Si bien no garantiza una solución inmediata, ofrece una oportunidad para alcanzar un acuerdo sin la necesidad de enfrentar los costes y la duración de un proceso judicial.

Preguntas Frecuentes

A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más comunes que los inquilinos pueden tener cuando una inmobiliaria incumple un contrato de arrendamiento. Estas respuestas buscan proporcionar claridad sobre los derechos y acciones que se pueden tomar en caso de un incumplimiento de contrato.

Es importante siempre buscar asesoría legal para garantizar que las acciones que se tomen sean las más adecuadas según las circunstancias.

1. ¿Qué hacer si mi inmobiliaria no cumple con el contrato?

Si una inmobiliaria no cumple con los términos del contrato, lo primero que se debe hacer es comunicar la situación por escrito, indicando el incumplimiento y solicitando una solución. Si la inmobiliaria no responde o no resuelve el problema, se pueden explorar alternativas como la mediación o, si es necesario, presentar una demanda judicial para exigir el cumplimiento del contrato.

2. ¿Cuánto tiempo tengo para reclamar un incumplimiento de contrato?

El plazo para reclamar un incumplimiento depende del tipo de acción que se quiera emprender. En general, los inquilinos tienen hasta 6 meses para hacer una reclamación extrajudicial, y hasta 5 años para presentar una demanda judicial por incumplimiento de contrato. Es importante actuar rápidamente para no perder el derecho a reclamar.

3. ¿Puedo rescindir el contrato si la inmobiliaria no cumple?

Sí, si el incumplimiento es grave, como la no entrega del inmueble o la falta de mantenimiento necesario, el inquilino puede rescindir el contrato sin penalización. En estos casos, el inquilino tiene derecho a exigir la devolución de las cantidades abonadas y, en algunos casos, a recibir una compensación por los daños causados.

4. ¿Es recomendable ir a juicio o intentar una mediación?

En muchos casos, la mediación es una excelente opción para resolver disputas sin la necesidad de llegar a juicio. La mediación permite a las partes negociar una solución de manera más rápida y económica. Sin embargo, si la mediación no funciona o el incumplimiento es muy grave, el juicio puede ser la única opción para hacer valer los derechos del inquilino.

5. ¿Qué pasa si la inmobiliaria no responde a mis reclamaciones?

Si la inmobiliaria no responde a las reclamaciones o no ofrece una solución, el inquilino tiene derecho a tomar acciones legales. Esto puede incluir el inicio de una demanda judicial o la denuncia ante las autoridades competentes si se considera que la inmobiliaria está violando la legislación vigente en cuanto a contratos de arrendamiento.

Conclusión

En conclusión, el incumplimiento de contrato por parte de una inmobiliaria es un tema que puede generar importantes problemas tanto para los inquilinos como para los arrendadores. Sin embargo, los inquilinos cuentan con diversas opciones legales y mecanismos para hacer valer sus derechos, desde reclamaciones extrajudiciales hasta la presentación de demandas judiciales.

A pesar de que los juicios pueden ser largos y costosos, existen alternativas como la mediación, que permiten resolver disputas de forma más rápida y económica. La mediación es una excelente opción cuando ambas partes están dispuestas a llegar a un acuerdo, evitando la confrontación judicial. Además, es fundamental conocer los plazos legales para presentar las reclamaciones y asegurarse de que no se pierdan las oportunidades de resolver el conflicto de manera efectiva.

Las inmobiliarias deben ser conscientes de las graves consecuencias que puede tener el incumplimiento de un contrato de arrendamiento, incluyendo daños financieros, pérdida de clientes y afectación a su reputación. La prevención y el cumplimiento de los contratos son esenciales para evitar estos problemas.

En última instancia, tanto los inquilinos como las inmobiliarias deben actuar de manera proactiva y respetar los términos contractuales para garantizar una relación armoniosa y evitar complicaciones legales.

Finalmente, si alguna de las partes no puede resolver el conflicto por sí misma, es recomendable buscar la asesoría de un abogado especializado en arrendamientos, quien podrá guiar y asegurar que los derechos sean respetados y protegidos durante todo el proceso.

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